By Concierto de Ona Mafalda o una fiesta privada
Mafalda de Bulgaria continúa con su carrera musical. Recientemente, cambió su nombre artístico de Mafalda a Ona Mafalda, en honor a su madre, Rosario Nadal. No era la única artista llamada así, por lo que la adición de Ona le ha servido para distinguirse. La modificación también le dio el título a su primer álbum: Ona. La cantante lo presentó en directo en dos únicos conciertos: el 11 de octubre en la sala Razzmatazz 3 de Barcelona y el 13 de octubre en la sala Changó de Madrid.
Como ella mismo confesó, la noche en la capital estuvo más cómoda al ver muchas caras conocidas, ya que en la sala catalana no vio «a casi nadie». Al echar un vistazo por la Changó, es fácil reconocer a los amigos de la Princesa de Bulgaria. Es decir, si en la primera fecha apenas vendió entradas y en la segunda casi todos son conocidos, ¿estamos ante un concierto o ante un evento privado? No sería fácil distinguirlo. Ona Mafalda intentó defenderse sobre el escenario, acompañada de un teclista y un batería, aunque el show supo a poco.
Ona Mafalda contó con dos colaboraciones en su setlist. La primera, Lusillón, la acompañó en Ahí y el segundo, Khotton, cantó Desaparecer junto a ella. A la artista le gusta experimentar con su música y sus diferentes raíces le permiten alimentarse de culturas diferentes. «Aparte de española, soy búlgara», explicó para presentar el tema Respirar, «una gran parte de lo que hago es por mis padres y mi padre me enseñó folklore búlgaro». También dedicó unas bonitas palabras a Don’t let go, el sencillo con el que debutó en la música: «Esta canción es mi bebé, sin esta canción no estaría aquí ahora mismo». Con Rotos y Que se acabe, la Princesa de Bulgaria dio por finalizado el espectáculo.
