El peor concierto de Marc Anthony
La llegada a IFEMA anunciaba la pésima experiencia que se iba a vivir dentro del concierto de Marc Anthony. Colas infinitas que daban vueltas a todo el recinto, escasas indicaciones visuales y poca velocidad picando entradas. En taquilla, varios grupos de personas reclamaban la nula visibilidad que tenían desde la pista C -la pista estaba dividida en tres zonas- después de pagar más de 50 euros por entrada, mientras otras acudieron en busca de una solución por ser víctimas del timo de las reventas, ya que sus tickets ni siquiera podían ser leídos o ya habían sido picados.
Una vez dentro, después de comprobar la situación del público de la última zona, fue comprensible el enfado: dejando a un lado lo lejos que estaba el escenario, había una pantalla enorme en medio para «ver» el concierto de Marc Anthony. La pista B tampoco era mucho mejor -la diferencia de precio era de casi el doble-, pues comenzaba justo donde estaba la mesa de sonido y luces. La alta montura no dejaba ver nada a los que se situaron detrás porque no había más espacio. Otro de los inconvenientes es que todo el recinto era mucho más largo que ancho. Además, según han declarado varios asistentes a otros medios y en redes sociales, el sonido no llegaba hasta las últimas filas.
Si, al menos, hubiese sido la mejor actuación de Marc Anthony, quizá el concierto podría haberse salvado. Pero el salsero no está en forma y, aunque su banda lo bordó, él se quedó corto para el gran espectáculo que prometió en el Pa’llá voy Tour. Que después de varios atrasos debido a la pandemia la esperada cita terminase así, defraudó a mucha gente. Veremos qué efecto tiene en la venta de entradas la próxima vez que el artista toque en la capital española.